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"Hacia la paz" y "Autocompasión"

Foto del escritor: ilana ospinailana ospina



 10 de junio de 2024

 

Quizá una parte de mí aún cree

que la paz es un destino

un lugar al que llegamos, idealmente juntos.

 

Me doy cuenta de lo brillante que es, esta creencia,

como una flor de cristal,

hermosa, pero sin vida,

 

desprovista del polvo y las rozaduras

que vienen de vivir un día real.

Mientras tanto, existe esta invitación

 

a crecer en paz como crecen las flores de verdad...

en la tierra. Con plagas y sequías,

escarabajos y granizo.

 

Mientras tanto, esta invitación

a vivir en la maraña del miedo y el fracaso

a ser humilde ante mis propias guerras interiores

 

y preguntarme ¿cómo encontrar una paz viva

aquí mismo? la paz llega

cuando damos un paso a través del desorden

 

hacia la compasión y nos damos cuenta

que cuando nuestro pie se eleva, nuestro corazón también se eleva

y en ese momento elevado

aún raspando en la suciedad

hay una paz tan real que nos convertimos en luz,

Y se presenta el impulso que supone el cambio.





Autocompasión

19 de mayo de 2024


En un día en el que estoy en guerra conmigo misma

cuando lucho contra mi propia humanidad

en un anhelo de ser buena, de ser mejor

que buena, de ser perfecta,

cuando me señalo con un gruñido

y una mueca como si yo fuera mi propio enemigo,

entonces noto cómo todo mi cuerpo se contrae

y soy un mapa arrugado, un nudo gris en la garganta,

una piedra en las tripas, un ala arrugada en el pecho.

Y cuesta respirar. Y es difícil moverse.


Es entonces cuando agradezco tener un cuerpo,

agradezco esta forma que me ayuda a recordar

que puedo elegir afrontar este momento con amabilidad.


Es como si, en medio del combate, me entregaran una postal

con un sello ,..enviado desde mi yo más sabio diciendo,


“Querida mujer que piensa que no es lo suficientemente buena,

te entiendo.” Está bien sentirse así.


Y lo que parecía un campo de batalla,..

ahora se parece más a un vasto prado verde lleno

de luz dorada donde todas mis partes

son bienvenidas, la que comete errores,

la que juzga, la que anhela ser buena,

la que piensa que no debería tener que aprender la misma lección otra vez.


No hay ninguna parte de mi

que no sea bienvenida, que no pueda ser amada,

y mi cuerpo se expande como una gran valle alpino,

se despliega como una interminable bandera blanca.


Qué fácil es entonces estar con todos mis yoes en ese campo

y saber lo que significa estar en casa.



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