Este es uno de los suttas más conocidos del Pali Canon.
texto original traducido por @Kazbeel 1976 editado por ILana Ospina
{Está dividido en dos partes: en la primera se detallan las normas morales básicas requeridas para alguien que pretende alcanzar la paz y la pureza mental, mientras que la segunda contiene el método para practicar el meta.}
Aquel que desea penetrar el estado de paz
(Nibbana) y persigue su propio bienestar
debería ser recto,
apacible y sin vanidad.
Debería estar satisfecho,
ser fácil de mantener,
tener pocas actividades y pocas posesiones,
capaz de controlar sus sentidos,
prudente, decente y sin muchos apegos.
No debería cometer la más mínima falta
que podría ser objeto de censura por parte de los sabios.
Que todos los seres sean felices y se sientan seguros.
Que sean felices en sus corazones.
Que todos los seres que existen,
débiles o'fuertes, largos o grandes, medianos o bajos,
pequeños o gruesos, conocidos o desconocidos,
cercanos o lejanos, nacidos o por nacer,
que todos los seres sin excepción alguna sean felices.
Que nadie engañe ni desprecie al otro en ningún lugar;
que no desee el sufrimiento del otro a través de la provocación
o la enemistad.
Así como una madre protege a su propio hijo,
a costa de su propia vida,
de la misma forma uno debería cultivar un
corazón sin límites hacia todos los seres.
Que nuestros pensamientos de amor llenen todo el mundo,
arriba, abajo y a lo largo;
sin diferencias,
sin malicia, sin odio.
Parado, caminando, sentado o acostado,
mientras despierto uno debería cultivar esta actitud.
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